Comentario Leccion de escuela sabatica (2009-III) Leccion 10


LA CONFIANZA

«Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye» (1 Juan 5:14).

INTRODUCCION

El incremento de la población mundial, la marginación y exclusión social, el número de jóvenes sin perspectivas de futuro, las guerras, el terrorismo, el auge de la pobreza, la creciente escasez del agua, la gran dependencia del petróleo, el auge de las enfermedades infecciosas, el deterioro medioambiental y la corrupción social y política en todas las esferas han generado inestabilidad e inseguridad en el hombre. Entonces surge la pregunta ¿Cómo podemos protegernos de estas dificultades? ¿Podemos confiar en alguien? ¿Y que de las promesas de Dios para nosotros? ¿Son ellas seguras? El propósito de la lección es saber lo que significa la confianza en Dios en medio de las turbulencias de esta vida y los peligros de la misma

  1. I. SABER QUE RECIBIMOS BENDICIONES
    1. a. Tenemos la salvación

“Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna…” 1 Juan 5:13

“Vida eterna”

Juan afirma que los hijos de Dios deben saber que tienen vida eterna. No es una opción, algo que pueda ser añadido a la vida cristiana, o que pueda ser dejado fuera de ella. Dios quiere que tengamos la seguridad de la salvación

  1. b. Nuestras oraciones son atendidas

“…si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye” 1 Juan 5:14

“el nos oye”

Cada oración recibe una rápida respuesta. La aparente demora puede surgir de varias causas: (1) La respuesta a la petición puede ser «no», en este caso quizá no se reciba una respuesta tangible. Nuestra petición puede ser equivocada, y la sabiduría divina ve que lo mejor es no conceder la petición. Pablo tenía «un aguijón» en su carne y aún después de tres fervientes peticiones no fue liberado de él (2 Cor. 12: 7-9). (2) La respuesta puede ser «espera», porque aún no estamos preparados para recibir lo que hemos pedido, o porque las circunstancias todavía no son favorables para la respuesta. Daniel tuvo que esperar que fuera vencida la oposición, y luego se le dijo el futuro que quería conocer (Dan. 10: 12-14). Pero en uno u otro caso ha sido hecha la decisión y la acción inmediatamente ha comenzado a asegurar que la respuesta final a nuestras oraciones vendrá en el debido tiempo. (3) A veces la respuesta es un «sí» inmediato. Esto ocurre siempre que se pide ayuda espiritual. Cuando pedimos poder para vencer el pecado, perdón, un corazón limpio, o sabiduría, debemos creer que nuestras oraciones han sido respondidas, y debemos agradecer al Señor por su respuesta. Entonces debemos actuar con la seguridad, de que tenemos el poder que hemos pedido (Sant. 1: 56).

  1. c. Tiene protección

“Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca” 1 Juan 5:18

“le guarda”

Esto es más que una simple afirmación, es una promesa reconfortante: Cristo guardará de todo mal al creyente que ha nacido de nuevo. Jesús los cuida y no permite que Satanás los toque. Por lo tanto, ellos son capaces de decir no al pecado y resistir las tentaciones. “… no necesitamos estar ansiosos o turbados, porque podemos confiar en él. Concederá los más ricos dones a los que le aman y guardan sus mandamientos, y nunca abandonará a los que trabajan en sus filas” (Review and Herald, julio 16, 1901).

  1. d. Pertenece a Dios

“Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado…” 1 Juan 5:18

“Nacido de Dios”

Está hablando de ser nacido del Padre. Juan es el único que habla de que somos «engendrados» o «nacidos de Dios» (Juan 1: 13; 1 Juan 4: 7; 5: 1, 4, 18). La forma del verbo griego indica que se está refiriendo a los que han sido nacidos de Dios y continúan siendo sus hijos. Se incluye a cada cristiano que no ha regresado al mundo negando de ese modo al Señor que lo redimió. Se refiere a la experiencia de los seres humanos que nacieron de nuevo a través del bautismo (Juan 3:3, 5). “La iglesia no está fundada sobre teorías de hombres, sobre formas y planes vacíos de significado hace ya tiempo. Depende de Cristo, su justicia. Está edificada sobre la fe en Cristo” Hijos e hijas de Dios, p. 79

  1. e. Conoce a Jesús

“…y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna” 1 Juan 5:20

“Conocer al que es verdadero”

Literalmente «para que conozcamos al Verdadero» (BJ, BC); es decir, a Dios, al Padre (cf. Juan 7:28; 17:3; 1 Tes. 1:9), a quien el Hijo vino para revelarlo a los hombres y quien puede ser conocido verdaderamente sólo mediante el Hijo (Juan 1:18; 14:9). Con esta descripción del Padre, Juan desvía la mente de sus lectores de la falsedad del gnosticismo a la verdad de la fe cristiana verdadera. Este conocimiento no es solo intelectual, sino una conexión estrecha con Dios y solo es posible a través de Jesús.

  1. II. SABER QUE ENFRENTAMOS PELIGROS
    1. a. Presunción

“He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona” Apocalipsis 3:11

“retén lo que tienes”

Es evidente que el que tiene la corona de vida debe vivir y permanecer en ella «hasta el día de Jesucristo» (Fil.1: 6). Debemos afirmar el rostro (Luc. 9: 51) y poner nuestra confianza en el «autor y consumador de la fe» (Heb. 12: 2).

Hay seguridad de salvación, pero esta certeza se puede perder por nuestras propias elecciones. Necesitamos aferrarnos a la corona de la vida manteniéndonos rendidos cada día al Señor en obediencia, en arrepentimiento y fe.

  1. b. Voluntad humana

“…si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye” 1 Juan 5:14

“Conforme a su voluntad”

El gran peligro es que cuando nos acerquemos a Dios pidamos que nuestras oraciones Dios las responda según nuestros conceptos y nuestra visión. Aquí la única condición que aquí se menciona es que nuestras peticiones estén en armonía con la voluntad divina. En otros pasajes se presentan otras condiciones: pedir en el nombre de Cristo (Juan 14:13; 16:23), tener armonía entre los hermanos (Mat. 18:19), creer (Mar. 11:24), guardar los mandamientos de Dios (1 Juan 3:22).

Nuestro omnisapiente y bondadoso Señor conoce lo que es para nuestro bien, y utiliza su gracia y su poder para que logremos felicidad y alcancemos la salvación (1 Tes. 4:3). Nuestro deseo de ser salvos no es más ardiente que el deseo que tiene Cristo de salvarnos. Su voluntad se inclina a nuestra redención mucho más firmemente que la nuestra (Gál. 1:4; Efe. 1:5). Por lo tanto, podemos estar seguros de que si presentamos cualquier ruego en cuanto a nuestra salvación, el Salvador estará más que dispuesto a escucharnos. Sólo aguarda poder satisfacer ese pedido. Esta seguridad es real en todos los aspectos -menores y mayores- de la vida cotidiana. El que tiene contados los cabellos de nuestra cabeza no es indiferente ante los pequeños detalles de la vida de aquellos por los cuales él murió (Mat. 10: 29-31).

CONCLUSION

Juan enumera cinco bendiciones que recibimos de Dios en las que podemos poner nuestra confianza. Lo único que puede quitarnos nuestra salvación es nuestras elecciones negativas cimentados en nuestro egoísmo.

Alfredo Padilla Chávez

Pastor IASD Puente Piedra “A”

Escríbenos a: apadilla88@hotmail.com

LIMA PERÚ

Visite:

https://30demayo.wordpress.com

2 respuestas

  1. muy linda esta leccion . Pero quiero pedirle s el favor y me envien el resumen de la leccion 11 porque me enviaron la 10 y esa es de la semana pasada. Gracias y que el señor les bendiga.

    Me gusta

  2. Es de gran bendición repasar la lección en la computadora

    Me gusta

Deja un comentario