Comentario leccion de escuela sabatica (2010-IV) leccion 4

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JONATÁN: NACIDO PARA LA GRANDEZA

“Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas: ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; quizá haga algo Jehová por nosotros, pues no es difícil para Jehová salvar con muchos o con pocos” 1 Sam. 14:6

JONATÁN era el hijo mayor, era popular y bien amado, buen orador y un líder militar de primera línea,  lo tenía todo. Había nacido para “ser grande”. Sin embargo Jonatán fue uno de los pocos hombres dispuestos a dar la espalda a lo que el mundo considera grande y buscar una clase diferente de grandeza: la de Dios.

El propósito de la lección es saber qué es la grandeza según el concepto divino.

I. ES ACEPTAR LA VOLUNTAD DE DIOS

a. Consultando antes de actuar

“Más si nos dijeren así: Subid a nosotros; entonces subiremos, porque el SEÑOR los ha entregado en nuestras manos; y esto nos [será] por señal” 1Sam 14:10

“por señal”

Israel vive un momento de crisis extrema. El ejército israelita es menor y está pobremente armado. Solo Saúl y Jonatán tienen espadas o lanzas de hierro, los demás tienen palos, hachas y hondas. Por ello muchos desertaban del ejército de Saúl.

Jonatán no se intimida por lo que otros piensan, ni lamenta la falta de fe y de confianza que hay en Israel. En cambio, decide actuar

1.    Consultó con otra persona que temía a Dios y compartió con ella sus planes y sus ideas. Jonatán comprendía que Dios no está limitado, y no trató de manipularlo.

2.    Estuvo dispuesto a quedarse o a ir según Dios se lo revelara por medio de la señal propuesta. Gedeón había pedido una señal casi imposible, humanamente hablando, cuando rogó que cayera rocío sobre el terreno pero no sobre el vellón (Jueces 6:39). Así también Jonatán convirtió la invitación del enemigo a “subir” en la señal de que Dios combatiría por Israel.

b. Siguiendo los designios de Dios

“Y le dijo: No temas, que no te hallará la mano de Saúl mi padre, y tú reinarás sobre Israel, y yo seré segundo después de ti; y aun mi padre así lo sabe” 1Sa 23:17

“yo seré segundo”

Jonatán podría haber culpado a su padre por sus dificultades. Si Saúl hubiera sido fiel, Jonatán habría tenido el trono. Pero Jonatán eligió no culpar a otros; él no tenía problemas de autoestima. En lugar de amargarse, confió en que Dios sabía qué era lo mejor, y eligió hacer lo que podía con lo que tenía. Estaba dispuesto a ocupar el segundo lugar y trató de reconciliar a su padre con su amigo David (1 Sam. 19:4). Es un buen ejemplo de un líder-siervo, listo para tomar el segundo o, aun, el tercer lugar

II. ES SERVIR DE ACUERDO A LA VOLUNTAD DE DIOS

a. Aconsejando a los que yerran

“Y Jonatán habló bien de David a Saúl su padre, y le dijo: No peque el rey contra su siervo David, pues que ninguna cosa ha cometido contra ti; antes sus obras te [han sido] muy buenas” 1Sa 19:4

“No peque”

Jonatán dio evidencias en su vida sobre la relación con su padre, de una aplicación práctica del mandamiento dado en Éxodo 20:12. Jonatán estuvo junto a su padre en tiempos de crisis; y estuvo junto a él a pesar de lo que le quiso hacer (1 Samuel 14:24 al 46).

Honrar a nuestros padres no es una actividad subjetiva, ni pasiva. Jonatán demuestra que esto, a menudo, involucra dar un consejo respetuoso, pero sólido. Honrar a nuestros padres no significa suspender nuestro propio juicio, ni defender sus errores, seguirlos ciegamente, o pasar por alto el mal. Significa que tenemos obligaciones especiales hacia ellos, sin importar la clase de personas que puedan ser.

b. Protegiendo a los que sufren

“Aconteció que cuando él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo” 1 Samuel 18:1

“El alma de Jonatán”

La tierna amistad entre David y Jonatán es el ejemplo clásico de almas afines que se reconocen mutuamente ideales comunes y se regocijan con su relación.

En 1 Samuel 20, Jonatán muestra que la amistad involucra más que solo palabras; un amigo está listo para dar ayuda práctica, aun con gran riesgo personal. Jonatán, a menudo, intercedió en favor de David ante su padre, el rey Saúl (1 Sam. 19:4). Y dedicó tiempo para encontrar a David, cuando era un fugitivo, para animarlo en el Señor 1 Sam. 23:16

CONCLUSIÓN

Ser grande en el concepto de Dios es aceptar en nuestra vida la voluntad de Dios, amarla y servirla

Alfredo Padilla Chávez

Pastor IASD Puente Piedra “A”